martes, 16 de junio de 2020

Sintonía pura (Cuarta parte)


En el Mundial de 1978 que se desarrolló en la Argentina, el elenco conducido por Cesar Luis Menotti contó en el ataque con individualidades que fueron vitales para la consagración final: Mario Alberto Kempes, Leopoldo Jacinto Luque, Daniel Bertoni, Rene Houseman y Oscar Ortíz. Salvo el Matador Kempes, quien disputó todos los demás compañeros de arriba alternaron en el equipo.

Cuando el entrenador que se consagró campeón con Huracán en 1973 encontró que Kempes, Bertoni, Luque y Ortíz eran los atacantes ideales, la formación albiceleste en la segunda ronda de la Copa del Mundo empató 0 a 0 frente a Brasil y vapuleó 6 a 0 a Perú para llegar a la final frente a Holanda.  En ese encuentro definitorio los cuatro delanteros tambien fueron de la partida y pudieron festejar el ansiado titulo.



Ocho años más tarde en el Mundial de 1986, en México, Diego Armando Maradona junto a Jorge Valdano y Jorge Burruchaga conformaron una línea de ataque que se adaptó con otros jugadores como Claudio Borghi o Pablo Pasculli en los primeros partidos frente a Corea del Sur, Italia, Bulgaria y Uruguay.

Luego, en los compromisos ante Inglaterra, Bélgica y Alemania Federal los tres fútbolistas se las ingeniaron para aprovechar sus mejores cualidades y superar cada escollo para lograr el segundo campeonato mundial.

Por Diego Bentivegna.

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