jueves, 19 de mayo de 2016

En una final cambiante, Sevilla logró su tercera UEFA Europa League consecutiva

Foto: Goal Argentina

El Sevilla venció 3 a 1 al Liverpool y se consagró campeón de la UEFA Europa League por tercera vez consecutiva en el St. Jabon Park de Basilea (Suiza).

El conjunto español salió al campo de juego con Soria; Ferreira, Rami, Carrico, Escudero; N’Zonzi, Krychowiak; Coke, Banega, Vitolo; Gameiro. A su vez, el elenco inglés formó con Mignolet; Clyne, Lovren, Touré, Moreno; Milner, Can; Lallana, Firmino, Coutinho; Sturridge.

El partido comenzó muy trabajo en la mitad de la cancha, con presencia ofensiva en ambas áreas. El equipo comandado por el alemán Jürgen Klopp logró penetrar por el sector derecho en los primeros minutos. Luego de un centro de Clyne, Sturridge, el centro delantero del combinado inglés, impactó un cabezazo que fue rechazado en la línea por la defensa sevillana. Por el mismo sector atacó un minuto después con Roberto Firmino, provocando un claro penal no cobrado por el árbitro sueco Jonas Eriksson.

Diez minutos antes de que se cumplan los primeros 45, el 9 rojo impactó la pelota cruzada desde el sector izquierdo del área rival con la cara externa de su pie diestro, rompiendo de esta manera el arco del portero Soria. A partir del gol, el partido fue dominado por el equipo vencedor. De esta manera, el Liverpool se fue al descanso ilusionado con obtener una victoria en la competición luego de quince años, cuando ganó la Copa UEFA 2000/2001.

El complemento continuó con el mismo ritmo… pero los roles cambiaron. Los bicampeones dirigidos por Unai Emery, luego de una gran jugada colectiva, lograron empatar el juego a los 15 segundos gracias a un gol del atacante francés Kevin Gameiro, que definió en el área chica un centro raso cedido por el lateral derecho Mariano. Luego de esta anotación, nada fue igual. Sevilla dominó toda la segunda parte.

Llegados los 64, Coke, el lateral reconvertido en volante derecho, cruzó un remate desde el sector izquierdo de la puerta del área que el arquero belga Mignolet no pudo contener. Con el resultado a favor concretado, el parcial equipo ganador fue imparable. Seis minutos más tarde, el mismo jugador del equipo español logró decretar el resultado final con un remate desde dentro del área.

Jurgen Klopp, en búsqueda de dar vuelta la historia, mandó a la cancha a Benteke y a Allen por Touré y Lallana. Y un minuto antes del tercer gol del elenco español, ya había hecho ingresar a Origi en lugar de Firmino. Sin embargo, los cambios no le dieron réditos.

De esta manera terminó la final para el Liverpool y el Sevilla, la cuarta consecutiva para el conjunto español. Gracias a este triunfo logró obtener la suma de “una manita”, como dirían en España, al vencer, además de en las últimas tres ediciones, en la extinta Copa UEFA en las ediciones 2005/2006 y 2006/2007. Solo resta decir: ¡Salud, campeones!

Por Pedro Bártoli
Twitter: @Bartoli_Pedro98

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