Foto: Vavel Argentina
Boca Juniors dejó paradójicamente anoche en Victoria casi todas sus chances reales de clasificarse al menos como escolta en la zona 2 del torneo de Primera División, lo que le daría un cupo para la Libertadores 2017, al caer sin excusas ante Tigre por 2 a 0, en el partido que clausuró el segmento dominical de la décima fecha.
Fue un encuentro que de fútbol tuvo poco. Un partido en el que los roces y la guapeza dominaron en lugar del buen pie. El Xeneixe puso en su mayoría suplentes pensando en el compromiso de Copa contra Racing a mitad de semana. El Matador, en el segundo cotejo de Pedro Troglio como entrenador, buscaba plasmar su idea y comenzar una serie de triunfos que lo consoliden futbolísticamente.
En un partido con altas expectativas por lo que había mostrado Boca luego del receso y por el envión de técnico nuevo que tenía el conjunto de Victoria, los actores decepcionaron y no mostraron más que su lado guerrero, batallador. El abundante público que asistió al encuentro se quedó con las ganas de ver un poco de lírica dentro de semejante guerra.
En el primer tiempo no se pueden destacar demasiadas situaciones de gol. A los 15 minutos los arqueros todavía no habían tocado la pelota. Las patadas, en cambio, estaban a la vista de todos y el protagonista era el árbitro que era insultado u ovacionado según convenga cada vez que cobraba una infracción, que hasta ese momento, habían reinado en el encuentro. Y llegaron los 30 minutos de juego. La mitad de la cancha estaba superpoblada y los equipos no tenían mayores ideas para atravesar la defensa rival, para romper con el esquema del adversario.
Cada jugador estaba en su puesto, ninguno se animaba a romper con el libreto. Cuando se iba la primera etapa, a los 44 minutos, Lucas Menossi remató desde afuera del área en una pelota que rozó Agustín Orión y sacudió el travesaño custodiado por el 1. En el rebote definió Lucas Janson, en posición ilícita, pero que ya estaba marcando la tendencia de lo que sería su actuación en la segunda mitad.
Los segundos 45 minutos tuvieron otro ritmo, otra intensidad. Ambos elencos parecían tener la intención de jugar un poco más a lo que todos conocemos como fútbol, y menos a la lucha, como en el primer tiempo. La primera aproximación la tuvo la visita con un cabezazo de Andrés Chávez, en el área chica, que se iría por arriba de los tres postes custodiados por el ex Boca Javier García.
Luego del encuentro, esta ocasión tomaría mayor relevancia, teniendo en cuenta el resultado. Asimismo, el juvenil Nahuel Molina Lucero seguía intentando contener a Janson, que le ganaba todas las pulseadas. Y fue por este sector que los locales intentaron aprovechar las debilidades del conjunto xeneize. A los 18, Orión tapó un remate de Castro. Pero la intensidad de Tigre no le dio tiempo de hacer nada a Carlos Tévez, a quien Guillermo Barros Schelotto había mandado al campo de juego para revertir la situación.
A los 20 minutos, nuevamente el 15 del Matador le ganó a Molina y definió ante una displicente respuesta de Orión. Eso no fue todo. Boca todavía no había intentado recuperarse cuando, tras un centro nuevamente por el sector izquierdo, Jonathan Silva, con desatenciones de su propio arquero, intenta rechazar con su pierna inhábil y la coloca en el fondo de la red del arco propio. En ese momento se terminó el partido. Se podía apreciar en el rostro de los mellizos Barros Schelotto la resignación y por consecuencia, el abandono de sus jugadores por la pelea para conseguir el título local.
Con esta victoria, Troglio se consolida cosechando su primer triunfo, frente a un grande dormido, pero son 3 puntos al fin y a l cabo. Por el otro lado, el conjunto de Guillermo se despide del campeonato y se enfocará en otra tarea difícil: conseguir la Copa Libertadores.
Por Facundo Olcese
Twitter: @olcesefacundo97
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