Foto: Diario Panorama
Boca recibió a Arsenal por la fecha 22 del campeonato de Primera División. El conjunto de los mellizos se impuso 3-0 con dos tantos de Darío Benedetto y uno del pibe Gonzalo Maroni.
El resultado no fue la única buena noticia que regaló el Xeneize ayer por la tarde en la Bombonera. La gran vuelta de Fernando Gago, la contundencia de Darío Benedetto y el grato debut del joven Gonzalo Maroni son situaciones valorables y que aliviaron al mundo bostero, quien necesitaba de un respiro ya que la acumulación de empates lo había dejado muy cerca de su primer escolta Newells.
Durante todo el encuentro el local fue dominante, se enfrenó a un equipo desordenado, bastante limitado y con poca respuesta colectiva. El conjunto de Humberto Grondona se encuentra al borde del descenso, obtuvo dos victorias en lo que va del campeonato y con la derrota de ayer, sumó la decimoquinta. A pesar de esto, a los 2, el visitante asustó a Boca: Sánchez Sotelo recibió un pelotazo que lo dejó de cara al arco pero definió mal tras una desprolija salida del arquero Rossi.
La apertura del marcador llegaría dos minutos más tarde: a los 4, Gago recuperó en el medio y se la cedió a Cristian Pavón por la derecha, el extremo metió un centro que dejaría solo en el área a Benedetto. El nueve a la carrera, gambeteó a Marcos Curado y con una definición exacta al segundo palo estampó el primero.
A los 24, el puntero tuvo una muy clara: otra vez con buena presión, el pibe Maroni la llevó por el medio y le cedió la pelota por la izquierda a Fabra, el lateral la jugó de primera con Bentancur, quién tras un rodeo asistió a Benedetto. Posicionado abajo del arco, el nueve no la pudo enganchar bien y se perdería el segundo.
Ese sería solo un aviso, dos minutos más tarde Boca extendería el resultado: tras una pared entre Pavón y Peruzzi, el lateral se la sirvió a Barrios, que entrando al área atropellado logró tocársela al goleador, y este estuvo intratable, definió de primera dejando sin posibilidad al arquero Pablo Santillo.
Aquella oportunidad que tuvo anteriormente el visitante parecería ser la primera y también la última en ese primer tiempo, ya que a pesar de sus limitaciones, Boca dominó de tal manera que Arsenal no pudo reaccionar nunca. Así se cerraría el telón, entre aplausos y ovaciones, con el estadio esperando una goleada.
Ya en el complemento, la gran apuesta en la que había invertido Guillermo tras la inconformidad con Fernando Zuqui, Nazareno Solís y Junior Benítez en reemplazo del lesionado Ricardo Centurión. El técnico decidió darle confianza al joven enganche cordobés Gonzalo Maroni. Y el pibe no se puso nervioso, no sólo mostró su calidad tirando caños y sombreros, sino que convirtió su primer gol en primera. A los 16, tras un centro de Fabra rechazado por Jonathan Bottinelli, el rebote le quedó a Maroni en el borde del área y no lo dudó: sacó un derechazo y sancionó el tercero. El grito de corazón estalló en la Bombonera y se mezcló con aquellas almas que exclamaban puntero más que nunca.
Ya con una victoria más que asegurada, Boca tuvo piedad y aflojó ante Arsenal que llegó al arco a través de Curado, pero el gol fue anulado a pesar de no haberse observado infracción ni offside del defensor.
El conjunto de Guillermo dio una señal positiva, superó a su rival desarticulándolo con una buena presión, brillo individual y contundencia en el ataque: exclamó que no está muerto quién pelea y demostró que no va a aflojar hasta el final. Así y todo, Boca lejos está de poder relajarse. Newells lo sigue muy de cerca, está solo a tres puntos y se le viene una seguidilla de tres partidos difíciles y decisivos: Estudiantes, River y el mismísimo Newells. Si logra superarla, estará muy cerca de gritar campeón.
Twitter: @morebeltran12
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