Diario Olé
San Lorenzo atraviesa por un gran momento y repasamos como le fue a Diego Aguirre desde su llegada al club.
La era Aguirre en San Lorenzo arrancaba de la mejor manera. Estaba en boca de todos el buen juego que demostraba el equipo en los pies de sus figuras: Fernando Belluschi, Sebastián Blanco, Martín Cauteruccio, Néstor Ortigoza, la excelente racha goleadora de Nicolás Blandi y las estupendas atajadas de Sebastián Torrico.
El plantel azulgrana peleaba los primeros puestos junto a Estudiantes de la Plata en los comienzos del campeonato de Primera División 2016/17, que finalizó con Boca puntero previo a la pausa que sufrió el fútbol argentino. San Lorenzo había terminado la primera parte del torneo con un empate 2 a 2 frente a Lanús en condición de visitante.
En el período de transferencias, el club de Boedo perdió a tres jugadores que eran claves en el esquema de su entrenador uruguayo, Diego Aguirre. Emmanuel Mas y su migración al fútbol turco, Martín Cauteruccio y su pase al Cruz Azul de México y por último, la transferencia de Sebastián Blanco a la Major League Soccer (MLS).
La huelga de jugadores hacía que el comienzo del fútbol argentino se dilate y no arrancase hasta el 10 de marzo; pero San Lorenzo tenía que viajar a Brasil para disputar su primer partido en la fase de grupo de esta Copa Conmebol Libertadores frente al Flamengo, que ya contaba con 9 partidos oficiales, mientras que el Ciclón no había tenido ninguno.
El partido terminó con una goleada del club brasileño por 4-0 y esto encendía las alarmas en la gente, dado que el equipo no había demostrado un buen juego. Los de Boedo tenían su revancha ya que luego de la reanudación del fútbol, se medían en su casa contra Belgrano de Córdoba por la fecha 15.
Tras la victoria por 2 a 1 frente al Pirata, Aguirre ya pensaba en su segundo encuentro por la Libertadores, esta vez frente a Atlético Paranaense en el Bajo Flores; encuentro que terminó con otra derrota en el certamen internacional por 1-0.
Luego de ese tropiezo, el plantel iba a viajar a Mendoza con la intención de sumar de a tres y no descuidar el campeonato local. Se medían ante Godoy Cruz por la fecha 16. Ese iba a ser otro golpe duro para Aguirre, ya que cosechaba la segunda derrota consecutiva desde su llegada al club.
Con un descanso en la copa, San Lorenzo recibía a Quilmes en un partido que parecía iba a levantar el juego azulgrana, ya que salió victorioso tras un contundente 3-0 y permitió una semana mas relajada para el DT y sus ayudantes.
Ahora si, el Ciclón estaba a tiro con el torneo local. Sin duda, peleaba los puestos de arriba y al igual que otros clubes, como Estudiantes y Newell’s, esperaban que el puntero Boca se caiga.
El plantel viajaba a Victoria para chocar contra Tigre en un partido que, en caso de ganar, le permitía quedar puntero por unas horas hasta que juegue el Xeneixe. El partido fue sin dudas una lluvia de goles (7). San Lorenzo mereció llevarse los tres puntos pero dos errores del árbitro le costaron el partido y volvía al Bajo Flores con las manos vacías.
Los Cuervos debían visitar la ciudad de Santiago de Chile para disputar su tercer partido de la Copa, frente a la U Católica. Previamente, se enfrentaron a Sarmiento, que iba a sufrir el gol de Ortigoza en la victoria 1-0 por parte del elenco azulgrana.
El conjunto argentino comenzaba más fuerte que los chilenos en el primer tiempo, yéndose al descanso con una ventaja de 1 a 0, pero la etapa complementaria iba a ser toda del local que terminó empatando el partido con un gol del ex River, Diego Buonanotte.
Tras ese empate, San Lorenzo parecía estar fuera de la Libertadores, ya que de 9 puntos en juego, solo sacó uno. Pero lo peor estaba por venir: Dos derrotas consecutivas con equipos accesibles, iban a lograr que San Lorenzo se aleje de los puestos de arriba. Primero perdía ante Atlético de Tucumán por 1-0 en condición de visitante y una semana mas tarde, caía por el mismo resultado pero como local contra Temperley.
Parecía ser el peor momento y sonaban nombres para reemplazar a Aguirre. Se rumoreaba que si no conseguía los tres puntos frente a U Católica, el DT uruguayo iba a ser despedido, pero poco le importó, ya que a pesar de eso, sacaba del once titular a otro emblema en la historia sanlorencista, Sebastián Torrico. Nicolás Navarro ocupó su lugar esa noche en la que el Ciclón ganó por 2 a 1.
Luego de ese partido, Navarro se quedó con la titularidad en el arco azulgrana, pero venían rivales duros para el club de Boedo: Gimnasia y Esgrima de la Plata (V); Atlético Paranaense (V); Rosario Central (L); Huracán (V) y su último partido por la fase de grupos frente al Flamengo en el Nuevo Gasómetro.
Comenzaba ganándole al “Lobo” en la Plata, luego viajaba a la ciudad de Curitiba sin margen de error. Debía obtener los tres puntos, ya que si no lo lograban, quedaban fuera de la Copa Conmebol Libertadores. El equipo jugó el mejor partido del semestre y goleó al puntero en su casa por 3 a 0. Quedaba segundo en el grupo 4, algo que parecía imposible dado que empezó la Copa con el pié izquierdo. Le ganaba al Canalla 2-1, pero a la semana siguiente, se enfrentaba contra Huracán, partido en el cual salió victorioso en Parque Patricios y llegaba de la mejor manera a la definición del Grupo 4.
En una noche para el olvido, San Lorenzo venció en un último minuto al Flamengo y se clasificó a Octavos de Final de la Copa Libertadores. Luego de estar en duda la continuidad del técnico y otros jugadores, el Ciclón finalizó puntero del grupo 4 con 10 unidades al igual que Atlético Paranaense.
Parecida a la definición del 2014, San Lorenzo terminó sufriendo hasta el final, como cuando en ese entonces, Ignacio Piatti ponía el 3 a 0 frente a Botafogo. Fernando Belluschi fue quien se disfrazó de héroe la noche del miércoles, marcando el 2-1 en el último minuto del partido.
San Lorenzo recibirá a Aldosivi de Mar del Plata el domingo desde las 16:15 y está obligado a sumar de a tres para poder alcanzar a Boca, que venció por 1 a 0 a Newell’s Old Boys de Rosario el sábado a las 18 en La Bombonera.
El Torneo de Primera División se encuentra en su recta final y al conjunto azulgrana le quedan 6 partidos muy difíciles: Recibirá a Aldosivi que lucha por la permanencia, irá hasta Avellaneda para enfrentarse a Racing, luego jugará una final frente a un rival directo como lo es River, en el Nuevo Gasómetro, viajará a Santa Fe para disputar su partido frente a Colón, jugará frente a Banfield su último partido de local ya que en la última fecha chocará frente a Talleres en la provincia de Córdoba.
San Lorenzo no depende de si mismo para poder campeonar, pero espera que Boca deje puntos en el camino, ya que el plantel xeneixe viene de derrotar al elenco de Diego Osella y de una derrota como local frente a su clásico rival. Se ha hablado mucho en la semana de los cambios que hará su técnico Guillermo Barros Schelotto por eso el clima previo al encuentro de ayer no era el mejor.
Por Guillermo Estarque
@GuilleEstarque
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