Foto: Diario Panorama
Boca recibió a Defensa y Justicia en la Bombonera por la decimoctava fecha del campeonato de Primera División. Tras haber caído 2-1 de local ante Talleres, el Xeneize volvió al triunfo. Derrotó 1-0 al Halcón de Varela y dejó claro que no será fácil bajarlo de la punta. El tanto de la victoria lo marcó su goleador, Darío Benedetto.
Llevarse los tres puntos para el equipo de Guillermo fue duro, ya que ni bien inició el partido se hicieron notar las dos líneas de cuatro bien juntas que propuso Sebastian Beccacece para asfixiar la salida y el desequilibrio de los delanteros xeneizes. Y surgió efecto, si bien Boca tuvo las más claras, cada vez que la pelota pasaba por Ricardo Centurión o Cristian Pavón, se veían rodeados de camisetas amarillas. Mientras que el goleador, Darío Benedetto logró hacer la diferencia.
A los 2, tras un tumulto de jugadores, Centurión intentó definir por arriba del arquero Arias, pero la pelota se fue desviada. A los 16, el ex Racing se lo perdería nuevamente: tras un gran pase de Benedetto, Pavón lanzó un centro al área, Centurión se desmarcó y remató solo al arco, pero increíblemente la mandó a volar por encima del travesaño. A los 30, el mismo Darío Benedetto, probó desde afuera del área, pero el remate fue débil hacia las manos de Arias. Ya finalizando la primera parte, llegó la más clara del partido, y fue para el xeneize: el lateral izquierdo Jonathan Silva, tras una buena proyección, sacó un gran centro para que otra vez el 9 sea protagonista, cabeceó perfectamente de palomita, pero el palo le negó la chance.
Ya en el complemento, las llegadas de Boca se diluían entre las piernas de los defensores y el mediocampo no encontraba calma, haciendo fructífero el trabajo del conjunto de Varela. Este era el escenario ideal para que los dirigidos por Beccacece comenzaran a animarse y así fue: a los 11, Vergini logró tapar con lo justo lo que era la definición de Juan Kaprof. Los minutos pasaban, Boca tenía la pelota pero no sabía qué hacer con ella. La actuación del colombiano Sebastián Pérez, lejos estuvo de poder sustituir el rol de Fernando Gago, quién le hizo mucha falta al equipo. Pero las individualidades, al fin y al cabo, lograron reemplazar el funcionamiento.
A los 26, iba a llegar la apertura del marcador: Centurión eludió a tres jugadores y arrojó un centro para que Benedetto la estrelle contra el travesaño, aunque la jugada no terminaría ahí. El rebote le quedó a Nazareno Solís, el delantero la paró de pecho y le sirvió la pelota otra vez al 9, que hizo todo bien: definió en dos toques, primero la paró dejando pasar a un jugador, y sacó un derechazo sancionando el 1-0. Gran gol de un gran jugador, que con toda la presión que Boca implica, la frenó dos segundos y pensó. Crack.
Los de Varela masticaban la bronca, habían dominado a Boca casi todo el partido, el empate reflejaba lo que se veía en la cancha. Pero una vez más la jerarquía mató la lógica, y el fútbol, tiene mucho de eso. Y así, con el cuchillo entre los dientes, Boca alcanzó los 40 puntos y se mantiene sólo en la cima. Una vez más, el conjunto de Guillermo los mira a todos desde arriba, y envía un mensaje: no será fácil bajarlo y tiene con qué demostrarlo.
Por Morena Beltran
Twitter: @morebeltran12
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