Independiente empató ayer con Lanús en el Libertadores de América por la última fecha del Torneo Local y no logró conseguir la clasificación a la Copa Libertadores 2018, aunque si clasificó a la Copa Sudamericana del mismo año.
Emiliano Rigoni convirtió para el local mientras que Nicolás Aguirre, que se fue expulsado en el segundo tiempo, marcó para el equipo visitante.
Una victoria era lo que necesitaba el Rojo para clasificar a la Libertadores del año que viene. Una victoria que lo hubiera depositado en una copa que conoce muy bien, que logró levantar siete veces en su historia, récord que, hasta ahora, ningún otro equipo supo alcanzar. Y como si fuera poco, no disputa este torneo desde 2011. Si, seis años.
El conjunto dirigido por Holan, que tuvo una gran campaña en el campeonato local, definía la clasificación ante el siempre difícil Lanús, que comenzó mejor el encuentro, supo dominarlo durante gran parte del primer tiempo y que estuvo cerca de ponerse arriba del marcador con un cabezazo de José Sand que se fue por arriba del travesaño.
Esa oportunidad desperdiciada despertó a los de Avellaneda y minutos más tarde tuvieron una chance clara de gol desperdiciada por Rigoni, que a los 36 de la primera etapa se tomaría revancha y con una volea, pondría el 1 a 0 parcial para que el Libertadores de América se volviera una fiesta.
Desde ese momento, Independiente manejó los hilos del partido y pudo haber ampliado el marcador en el cierre de la primera mitad pero el arquero del Granate, Esteban Andrada, le tapó un mano a mano a Rigoni y comenzaría a ser clave para el desenlace del partido.
Los dirigidos por Jorge Almirón aprovecharon un error de la defensa rival, y a los 14 minutos del complemento, Nicolás Aguirre empataría el encuentro para poner al Rojo en una situación complicada. Como si fuera poco, a los 26 minutos del complemento el defensor de Lanús, Marcelo Herrera, le cometió un penal a Emiliano Rigoni, que a esta altura del encuentro era una de las figuras del partido.
En ese momento, Aguirre dejaría con uno menos a su equipo, ya que se fue expulsado por insultar al árbitro. Cuando parecía que el Rojo tenía todas las de ganar, Andrada le contuvo el penal al joven Ezequiel Barco para mantener con vida al Granate y para convertirse también en la figura del partido. La falta de puntería y la gran noche del arquero visitante lograron que los dirigidos por Holan, a pesar de jugar con uno más, se quedaran sin tres puntos de oro.
Sin embargo, a Independiente le quedan algunas ventanas abiertas: puede clasificarse al torneo continental si sale campeón de la Copa Argentina o de la Copa Sudamericana, o si River se consagra campeón en la Copa Libertadores de este año (liberaría un cupo).
Redactado por: Lautaro Ruiz Elvira
Twitter: @lauruizelvira
Foto: Diario Panorama
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