jueves, 29 de marzo de 2018

Houseman: El artista de la pelota



Como consecuencia de un cáncer de lengua, el jueves 22 de marzo falleció uno de los grandes delanteros que surgieron en el fútbol argentino: Rene Orlando Houseman. Su estilo de juego, habilidad y velocidad en estado puro, deslumbró al público futbolero que lo valoró como a un artista de la pelota. 


Sus primeros pasos en el fútbol los dio en Defensores de Belgrano en 1972. Tenía 18 años cuando tuvo su primera gran posibilidad. Sus intervenciones sorprendieron en el torneo de Primera C. Con el "Dragón" obtuvo el ascenso (más el torneo) y allí su carrera dio un gran salto cuando se incorporó a Huracán.

 César Luis Menotti, el técnico que le dio su segunda gran oportunidad en el fútbol cuando lo dirigió en el "Globo", en un amistoso contra San Lorenzo, disputado en Mar del Plata en 1973 advirtió en el vestuario: “Ese flaquito desgarbado que ustedes vieron hoy, va a ser figura del fútbol argentino”. El prestigioso entrenador no se equivocó porque luego llegó su consagración en el conjunto de Parque Patricios, con sus gambetas, arranques, frenos y goles.

Por sus destacadas actuaciones junto a sus compañeros Miguel Brindisi, Carlos Babington, Roque Avallay, Omar Larrosa, entre otros consiguieron el campeonato Metropolitano de 1973. A partir de ahí su nombre se hizo moneda corriente en la Selección Argentina en donde disputó los Mundiales de 1974 y 1978. En su primera Copa del Mundo, convirtió tres goles. El primero se lo anotó a Italia (1 a 1) en una gran definición, después convirtió en la victoria por 4 a 1 a Haití y el último lo marcó en el empate (1 a 1) contra República Democrática Alemana.  

Más tarde, en el Mundial de 1978, su único tanto lo convirtió en el triunfo frente a Perú por 6 a 0. En la formación albiceleste que condujo Menotti, comenzó como titular pero después fue sustituido por Daniel Bertoni. Igualmente, cuando el Flaco lo necesito en los siguientes compromisos, ingresó por el ex delantero de Independiente o por Ortíz. 

En Huracán, no volvió a consagrarse campeón pero su paso por el club fue imborrable porque jugó 266 encuentros y marcó 108 goles en sus dos etapas. Además de defender los colores del "Globo" actuó en River e Independiente pero no pudo destacarse. Su falta de profesionalismo para algunos y para otros su forma de ser (tan atorrante y querible a la vez) le jugó en contra y por ello con el correr de los años perdió terreno para mantener su vigencia.

En consecuencia, no pudo retirarse con la gran fuerza que se construyó su nombre. Sus últimos pasos como jugador los dio en Defensores de Belgrano y en Excursionistas. A pesar de eso, los hinchas quemeros (los que que disfrutaron su fútbol también) lo recuerdan con cariño y agradecimiento. 

Una dura enfermedad (el cáncer) lo enfrentó, le ganó el último partido, sin embargo el recuerdo de sus goles y de su talento vivirán siempre en la memoria del hincha.

Por Diego Bentivegna
Twitter: @bentidiego
Foto: El Grafico

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