lunes, 10 de abril de 2017

Rendimiento y resultado: Boca brilló y derrotó 3-1 a Vélez en el Amalfitani

Foto: Diario Olé

Boca visitó a Vélez por la decimonovena fecha del campeonato de Primera División. Tras la pasada victoria frente a Defensa y Justicia con sabor a poco, el Xeneize redobló aquella actuación (tanto en lo individual como en lo colectivo) y se impuso merecidamente 3-1. Los tantos de la victoria los marcaron Darío Benedetto, Gino Peruzzi y Cristian Pavón, mientras que Maximiliano Romero descontó para el Fortín.

El equipo de los mellizos Barros Schelotto arrancaba el encuentro con una presión extra: todos sus perseguidores habían ganado y necesitaba del triunfo para que nadie se le acercara. Pero aunque la hubiesen tenido, nadie se daría cuenta: Boca tuvo uno de sus mejores rendimientos en lo que va del campeonato. Sin Tévez desde hace rato y con la reciente lesión de Fernando Gago, el equipo se hizo fuerte y reemplazó la jerarquía individual por funcionamiento colectivo.


Patricio Lousteau tocó el silbato y el Xeneize salió con todo. A los 5, Ricardo Centurión dejó a dos hombres por el camino, ensayó una pared con Gino Peruzzi pero definió mal ante la salida de Fabián Assmann. Tres minutos más tarde, con rapidez y mucho peso en ataque, Pablo Pérez hizo entrar en acción otra vez al arquero Assman, que le tapó un remate adentro del área y la envió al córner. De este mismo, Pavón hizo sonar el travesaño: sacó un latigazo tras haberla jugado cortita con Centurión.


El conjunto de Omar De Felippe no lograba dañar ni manipular el planteo propuesto por los visitantes y parecía solo cuestión de minutos que se abriera el marcador. Y así sucedió, la balanza otra vez se inclinaba con el peso de los de arriba: las gambetas de Centurión, la rapidez de Pavón y el criterio de Benedetto fueron el combo perfecto para que a los 24, se enmudeciera el José Amalfitani. De contra, el delantero ex Racing la condujo abriéndola hacia la derecha para que Pavón se la sirviera de primera al nueve, y este desmarcado la empujara adentro del arco.

Después del gol, Boca no aflojó: a los 26, el mediocampista volvió por revancha: Pérez distrajo a los defensores amagando dársela a Peruzzi, pero se acomodó y sacó un hermoso remate. Assmann volvió a lucirse y neutralizó el tiro. De lo que restó del primer tiempo, poco fue para el Fortín. No sólo se lo notó desbordado y aplacado por el incesante dominio de su rival sino que los nervios le jugaron una mala pasada: a los 42, Lousteau expulsó a Héctor Canteros tras una dura plancha a Juan Manuel Insaurralde. Roja directa.

Ya en el complemento, al Xeneize se lo notaba manejar los tiempos con tranquilidad. Con un hombre más y en ventaja, optó por refugiarse con la pelota, la tocaban con paciencia de lado a lado. Y aunque ya no advertía la agresividad del primer tiempo, las situaciones seguirían llegando: a los 4, Fabra se desmarcó y recibió solo en el área tras un pase panorámico de Pablo Pérez, pero no pudo definir. Cuatro minutos más tarde, hubo un cambio de roles: Pavón sacó un centro para que el lateral Gino Peruzzi fuera en busca del espacio y cabeceara perfectamente al primer palo, dejando sin ninguna posibilidad a Assmann. Boca aprovechaba muy bien sus libertades: 2-0.

Y cuando todo parecía encaminado, Boca se relajó y Vélez sorprendió. El Xeneize sigue flaqueando cuando aterrizan centros en su área: a los 37, Caire la peinó y la pelota quedó bollando, ni Pérez ni Fabra pudieron evitar el remate de Maximiliano Romero: 2-1. Pero la ilusión de un empate se convertiría en utopía. Boca sólo necesitó apretar un poquito el acelerador para congelar el resultado: a los dos minutos, Pérez la abrió para Fabra, el lateral sacó un centro desde la izquierda que cruzó el arco para que Pavón la empujara y definiera el 3-1 ante una extraña reacción de Assmann.


Boca brilló: recuperó un factor que hace rato endeudaba e hizo más fácil y más linda la obtención del resultado: el buen rendimiento colectivo. Ganar partidos sin tener un buen rendimiento se asemeja mucho a caminar por una cornisa. Boca sufría, pero cada vez que se enfrentaba a esta situación, sacaba un As de su manga y burlaba a la lógica. Esta vez, no lo necesitó: el conjunto de Guillermo ganó con autoridad: con tramos de mucha movilidad y buen juego, logró imponer su dominio.


El Xeneize suma su sexta victoria al hilo como visitante y demuestra que cada vez tiene más condiciones para ser campeón. Más confiado y puntero que nunca, le saca cinco puntos a Newells, su primer escolta.

Por Morena Beltran
Twitter: @morebeltran12 

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