Foto: Día a día
Boca Juniors, que presentó un equipo alternativo pensando en la Copa Libertadores de América, empató hoy ante Huracán 0-0, como local, por la décima cuarta fecha de la Zona 2 del Torneo de Transición de Primera División.
En la previa, el partido se presentaba prometiendo goles. El equipo de Guillermo Barros Schelotto aunque jugaba con suplentes, tenía confianza generada por el resultado obtenido contra Cerro Porteño y haber clasificado a los cuartos de final de la Copa Libertadores. El conjunto de Eduardo Domínguez, por su parte, todavía soñaba con obtener ese segundo puesto que lo depositara en el torneo continental. Necesitaba ganar.
La contienda comenzó con una intensidad que cumplía con las expectativas previas. Ambos equipos buscaban el arco contrario constantemente. El medio campo no existía. La vista de los presentes en las tribunas iba de un lado a otro, cual partido de tenis. Lamentablemente, esa intensidad no se pudo mantener y ya en la mitad del primer tiempo, el ritmo no era el mismo.
Boca le cedió la pelota al elenco de Parque Patricios. Este último no sabía qué hacer con ella. Se le complicaba a la hora de idear un ataque, por el hecho de que el local se cerraba en la defensa para golpear con una rápida contra, generada por Sebastián Palacios o el juvenil Nicolás Benegas. Los locales cumplieron muy bien la función defensiva.
Desde el mediocampo la presión era muy efectiva y Fernando Tobio le ganó todo el partido el mano a mano a Ramón Ábila. Cristian Espinoza fue el más desequilibrante de la visita. Contó con dos situaciones claras de gol, que desperdició definiendo muy mal. En este tramo del partido, le anularon incorrectamente un gol a los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto.
En el segundo tiempo tampoco se vio demasiado fútbol. Boca no contaba con ningún delantero en el banco de suplentes para darle más peso a su ofensiva y jugaba con la desesperación de Huracán que buscó constantemente a un Ábila que jugó incómodo todo el partido. En esta mitad, el combinado boquense manejó un poco más la pelota. Esto también lo potenció con el ingreso de Rodrigo Bentancur, quien regresó a las canchas luego de un mes sin jugar por lesión.
Sin embargo, esto no alcanzó para generar situaciones claras e incomodar a un Marcos Díaz que veía pasar a la pelota lejos de su arco. La más clara la tuvo el tucumano Palacios con un contraataque, en el cual corrió sesenta metros con la pelota dominada. Al llegar al borde del área, enganchó, y pateó por arriba del travesaño.
Fue 0-0. Los juveniles de los Xeneizes demostraron carácter. Al estar lejos de los puestos de vanguardia, Barros Schelotto utilizó este partido para darles rodaje a jugadores que, en un futuro, podrán tener alguna oportunidad en el equipo titular. Bentancur es un ejemplo de un futbolista que actualmente es considerado como una pieza clave para la Libertadores, pero que supo ocupar el puesto de ser la última opción para el técnico.
Asimismo, en el plantel del club ribereño también está presente la situación opuesta. Jugadores como Cristian Erbes, que han disminuido notablemente en cuanto a la consideración del entrenador y deben ganarse el puesto nuevamente. Huracán se fue con sabor a poco y despidiéndose del campeonato. Al ganar Atlético Tucumán, el Globo quedó lejos de su objetivo. Ahora solo le queda apuntar a la Copa Argentina para obtener la tan deseada plaza a la copa más importante del continente.
Con este resultado, Boca quedó noveno con 19 puntos, mientras que Huracán ocupa el cuarto puesto, junto con Defensa y Justicia, con 21 unidades (a 7 de Estudiantes, el segundo). Lanús, con 37, se consagró primero de la zona y jugará una final contra Godoy Cruz o San Lorenzo para ser el campeón argentino.
Por Facundo Olcese
Twitter: @olcesefacundo97
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