Foto: Diario Olé
El "Xeneize" recibió a la ´´T´´ por la decimosexta fecha del Campeonato de Primera División. Luego de tres meses y un día de jugar como local, el equipo de Guillermo Barros Schelotto cayó 2-1 con goles de Ramis y Reynoso. El tanto del conjunto boquense lo convirtió Junior Benítez.
El encuentro arrancó parejo, entretenido, con un Talleres muy agobiante en la marca y un Boca impreciso, atorado ante la presión. La ambición de ambos, provocó varias llegadas y pasajes de buen juego colectivo. Al minuto, el Xeneize avisó con un tiro cruzado de Pavón que nadie logró empujar adentro del arco. La formación de Córdoba respondió con un remate de Reynoso que el arquero Rossi envió al córner.
El visitante consolidaba su dominio manteniendo la presión alta y la recuperación rápida, pero el local a los 20 empezó a emparejar. Con paciencia, comenzó a mover la pelota de lado a lado, logrando evadir la marca de sus rivales. La presión se centralizó y los laterales tuvieron la oportunidad de actuar, y así fue. A los 21, Gino Peruzzi ensayó una pared en el borde del área dejándose a sí mismo mano a mano con el arquero Herrera, quién logró retener el balón de manera increíble. Al igual que tres minutos más tarde, cuando la envió al córner tras el remate desde lejos del volante Pablo Pérez. De ese córner fue que llegó el primer grito de la noche, el mismo Pérez ejecutó el tiro, Benedetto la peinó, Junior Benitez la empujó dentro del área chica y la Bombonera cantó. Gol de Boca, a los veinticuatro minutos.
Y cuando todo parecía marchar bien para el equipo de Guillermo, Ramis se la bajó a Reynoso, él se la devuelve tocándosela en medio de los centrales. Ramis se toma su tiempo, la acomoda y cuando Rossi se acerca a atorarlo, define. 1-1. "Golazo". "Baldazo". Puede definirse de ambas formas, ya que sacudió toda estructura e idea del Boca dominante, y potenció lo hecho por Talleres, que así inició el complemento, con la peligrosidad y la búsqueda incesante del arco.
A los 6, Ramis tuvo el gol dentro del área, pero no la pudo agarrar bien y le pegó mordido. El remate lo contuvo el arquero Rossi. Luego de 15 minutos, el conjunto dirigido por Frank Kudelka se replegó, expectante a lastimar a Boca con alguna contra. A los 18, los jugadores xeneizes le pidieron penal al árbitro tras una polémica mano de Juan Cruz Komar, pero este dejó seguir. Un minuto más tarde, Gago lanzó un remate desde afuera del área que hizo volar al arquero Herrera, quién envió la pelota al córner. Aunque cinco minutos más tarde, Boca tuvo la más clara, Frank Fabra recibe un gran pase del volante Fernando Gago, se la sirve a Bou y este le pega de primera, pero el palo le niega la victoria.
A los 37, Peruzzi se equivoca y los locales pagan el precio: el lateral fue a cubrir la pelota para que esta abandone la línea de fondo, pero el delantero Sebastián Palacios le gana la posición, le entrega la pelota a Rescaldani, quién patea sobre Insaurralde y le deja el rebote a Reynoso, que sin dudar saca un remate culminante, venciendo a Rossi.
Lo que sucedió de ahí hasta el final del partido, por parte del conjunto azul y oro, fue desesperación. Desesperación y frustración. Frustración de no haber generado el suficiente riesgo, de ver a la máquina voraz, de ataques fulminantes, caer de local. Boca no pudo jugar sus cartas y perdió la oportunidad de alejarse sólo hacia la cima. Talleres, tras trece años de su última visita a la Bombonera, hizo historia.
Por Morena Beltran
Twitter: @morebeltran12
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