sábado, 24 de noviembre de 2018

Segundas partes nunca fueron buenas




Hace varios años, tuve que darle dos noticias a mi mama "empeza por la mala, así me alegro con la buena". La mala, era que me había dado de baja en la Universidad. La buena, es que por mis excelentes notas de ingreso me habían dado 100% de beca. El orden de los factores a veces sí altera el producto y a veces las buenas noticias no nos alegran. 

Se preguntará, querido lector, a que voy con esto. 

Al "Bombonerazo", esa épica muestra de amor "bostera" que hoy conmovió a propios y ajenos. Y a la clausura de la Bombonera, por exceso de gente. El "bombonerazo" seria la noticia buena del día y la clausura, la mala. 

Creáme que la clausura me parece lo más certero que escuche hoy. 

Imagínese, si previo a una final el estadio colapsó lo que podría llegar a pasar si Boca saliese campeón. ¿Quién querría quedarse afuera de la premiación y la vuelta olímpica en casa? Yo no. 

Y sabemos, segundas partes nunca fueron buenas.

Lo de hoy me hace recordar esos clubes de barrio que despiden a sus equipos antes de una final importante. Boca aunque muchos quieran cambiarle su esencia es eso, un club que trascendió los límites del barrio de La Boca. 

Si los planetas se alinean, yo se que vamos a poder lograr un "obeliscazo". 

Quedan, mínimo, 90 minutos de sufrimiento y agonía. 

No se amargue que todavía hay mucho que aguantar!


Por Noe Lombardo
Twitter: @noedenisel
Foto: Diario Olé.

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