Foto: Ascenso del Interior
Durante las ultimas fechas del Torneo de Transición que consagró campeón a Lanús en una final ante San Lorenzo, los principales dirigentes de Boca, River, Racing y el Ciclón se reunieron y comenzaron a elaborar la Super Liga. Un campeonato que ofrecería mucho dinero, pero que beneficiaría más a los equipos grandes que a los chicos ya que su estructura es muy parecida a la liga española.
Los directivos que sostienen este proyecto han intentado en varias reuniones convencer a los dirigentes que no lo ven con buenos ojos. Empacados en su propuesta, quieren llevar adelante este certamen como de lugar. Si este torneo se lleva adelante, peligraría la gran paridad que existe en el fútbol argentino ya que los clubes con mayores ingresos, armarían mejores planteles y podrían pelearlo con más variantes.
Al tener mayores ingresos, las instituciones más importantes sacarían una gran diferencia y saldrían campeones con más regularidad. También podrían incorporar a los fútbolistas más destacados de los otros cuadros, quienes se resentirían y no podrían disputar los campeonatos como lo han hecho en varias ocasiones.
Debido a esto, Independiente y los equipos del ascenso se pararon en la vereda de enfrente. Sin embargo, en esta postura que tomó la formación de Avellaneda se esconden otras intenciones, pensando en las elecciones en la Asociación del Fútbol Argentino. Si el Rojo defiende los intereses de los conjuntos con menores recursos, ellos podrían votar a Hugo Moyano (si se postula) o a su yerno: Chiqui Tapia (presidente de Barracas Central).
Si bien los clubes grandes pretenden que se realice la Super Liga, con la resolución que tomó la FIFA de intervenir la AFA, desplazando en el cargo a Luis Segura (en su lugar estaría una Comisión Regularizadora que presidiría Damián Dupiellet). A raíz de esta medida, la pelea será más dura porque el provisorio conductor tiene mucha afinidad con Moyano y Tapia.
A pesar de esto, la resolución que llevó a cabo el máximo organismo dejó en un compás de espera lo que podrá pasar con los campeonatos. Se vienen en el futuro días de negociaciones y tratativas entre dirigentes y políticos (debido a que el Gobierno está implicado también por su búsqueda de un mayor control y transparencia). El hincha con tantos cambios que hubo, espera que todo termine bien y que pueda ver un encuentro, en donde el vencedor gane por su juego, sin diferencias de nombres y apellidos.
Por Diego Bentivegna
Twitter: @bentidiego
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