Independiente despidió su 2025 con una victoria de peso. En Avellaneda, derrotó 1-0 a Rosario Central, le arrebató un invicto que el Canalla sostenía desde el semestre pasado y, lo más importante, mantuvo con vida su chance de clasificar a la Copa Sudamericana 2026. Sin posibilidades de meterse entre los ocho mejores del Clausura, el objetivo del Rojo en la última fecha era uno solo: ganar para seguir soñando. Y lo cumplió.
Desde el inicio, el equipo de Gustavo Quinteros mostró claridad conceptual y determinación. Con presión alta, movilidad y ambición ofensiva, Independiente se adueñó rápidamente del partido y obligó a Fatura Broun a intervenir más de la cuenta. El dominio se transformó en ventaja a los 28 minutos, cuando un centro preciso encontró la entrada de Gabriel Ávalos, que se arrojó en palomita para firmar el 1-0 con un cabezazo impecable.
Central llegó con un equipo alternativo debido a las reservas de Ángel Di María, Alejo Véliz y otras piezas claves, pensando en los octavos de final que lo tendrán como primero de su zona. Aun así, el Canalla mostró rebeldía, ajustó líneas en el complemento y buscó el empate con insistencia. Sin embargo, cada aproximación chocó contra un Rodrigo Rey brillante, figura determinante para sostener la ventaja y asegurar el triunfo.
Con la victoria, Independiente alcanzó los 47 puntos en la tabla anual y quedó 11°, el lugar mínimo desde el cual puede aspirar —matemáticamente— a un cupo internacional. Pero no depende solo de sí mismo: para jugar la Sudamericana 2026, deberá esperar tres resultados claves:
- Que Huracán no le gane a Barracas Central.
- Que Lanús sea campeón de la Copa Sudamericana.
- Que el campeón del Clausura 2025 termine dentro del Top 9 de la tabla anual.
El cierre tuvo un capítulo polémico. Una discusión entre varios jugadores derivó en un tumulto generalizado que obligó al árbitro Fernando Zunino a repartir tarjetas rojas: expulsó a Rodrigo Fernández Cedrés en Independiente y a Ignacio Malcorra en Rosario Central, una baja sensible para el Canalla en los octavos.
El silbatazo final dejó dos realidades: Independiente cerró un ciclo irregular con un sprint alentador de cuatro triunfos seguidos y un sueño sudamericano que aún respira; Rosario Central, invicto durante medio año, cayó por primera vez en el semestre y deberá recomponer fuerzas —y recuperar titulares— para afrontar los playoffs.
Por Brenda Kuzner Romangnoli.
Foto: C. A. Independiente.

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