Pegar cuando hay que pegar, atacar cuando hay que atacar, defender cuando hay que defender. Esto es Vélez. O por lo menos esto demostró este domingo, cuando por la segunda fecha del fútbol argentino se enfrentó al Canalla. Victoria sufrida por 2-0 con un Pavone intratable.
“Al que madruga, dios..” El Fortín sí que sabrá de esta frase; en los primeros minutos de ambos tiempos encontró dormido a la defensa de Rosario Central y no perdonó. Todo comenzó a los 7 de la etapa inicial, cuando Maximiliano Romero fusiló a Sebastián Sosa y pese a que el ‘uno’ salvó la acción, Pavone tomó el rebote. Gol de nueve. Uno a cero.
Central recibió el golpe y trató de contrarrestar al rival inmediatamente, sin embargo careció de ideas en los últimos metros. Le costó demasiado encontrar espacios ante un conjunto de Bassedas que optó por tirarse atrás esperando una contra salvadora. Con el correr de los minutos, las imprecisiones y los fouls se fueron adueñando de un encuentro que daba indicios de buen juego y que luego se fue metiendo en un pozo.
Al igual que en el primer tiempo, el local sorprendió a la visita. Repitiendo fórmula de ataque, Romero asistió a Mariano Pavone para que convierta su grito número cien en el fútbol nacional. Dos-cero.
El equipo del Chacho Coudet se vio sin respuestas luego del segundo tanto. A pesar de dominar y mantener el control del partido, los tres puntos se le escapaban de manera increíble. Para colmo, Salazar, el joven lateral derecho, por un golpe sin pelota, al actor principal de la tarde (Pavone), debió salir expulsado.
De ahí hasta el final, poco de fútbol se observó. Los rosarinos fueron en busca del descuento pero chocaron una y mil veces con la defensa del equipo de Liniers, que agazapado espero la finalización del partido. 2-0 inamovible.
De esta manera, Vélez se llevó su primera victoria del certamen, y llegará de la mejor manera al duelo de la próxima semana frente a San Lorenzo. Por su parte, el Canalla sigue sin ganar en el torneo, debido a un empate y una derrota.
Foto: Fútbol Para Todos.
Por Elias Farias
Twitter: @eliasnfarias
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