sábado, 23 de julio de 2016

Un baluarte del arco

Foto: Mendoza Post


El 12/5/16 el arco celebró un nuevo cumpleaños porque uno de los arqueros que lo supo defender con holgura, Amadeo Carrizo, cumplió 90 años. En una entrevista para el blog Arqueros en red, el ex guardameta que hizo historia Ubaldo Matildo Fillol (el Pato) destacó sobre el gran Amadeo: “Estoy convencido que River tuvo a los dos mejores arqueros de la historia. Amadeo es el primero, es una persona a la que amo, admiro y quiero muchísimo. Como persona es mucho más grande de lo que fue como arquero. El segundo creo que soy yo, pero el tiempo dirá si merezco ocupar ese lugar”.

Otro baluarte del arco como Pepe Santoro señaló en un reportaje para la revista El Gráfico: “No se puede hacer nada sin pasión. Yo aprendí jugando en los potreros y mirando a los grandes, como un Amadeo, un Rugilo, un Roma. De todos se aprende algo. Pero si uno no está enamorado de lo que hace, no sirve para nada”.

Además, uno de los arqueros que lo enfrentó en varios superclásicos y que también dejó una huella, Antonio Roma resaltó en una entrevista para la revista Mistica: “Es inevitable mencionar a Amadeo Carrizo. Un precursor, uno de los primeros que empezó a jugar fuera del arco llegando hasta el área grande. Además el fenómeno Lev Yashin, un atajador casi infalible”. 

Asimismo, otro de los referentes bajo los tres palos, Mario Agustín Cejas reconoció también en la revista Mística: “Amadeo Carrizo, un referente de los que empezábamos en el año 60. Era muy técnico, revolucionó el puesto. Y Fillol, era casi imbatible”. 

El histórico portero comenzó su carrera en 1945 en un partido frente a Independiente. Igualmente en esos primeros años debió disputar el puesto con los guardavallas José Soriano y Héctor Grisetti. Luego de tres años, finalmente se adueñó de ese lugar por mucho tiempo. Fue creador de un estilo particular hasta ese momento porque fue un portero que salía de su sector para impedir que los delanteros rivales no puedan llegar al gol. 

En una edición especial del Centenario de River que publicó el diario Olé, en dos frases puntualizó sobre sus atributos: “Fui un arquero con cabeza de atacante. Por eso anticipaba lo que iban a hacer los delanteros”. “En mi época, dar bien los pases era una religión. A los que no lo hacían les decían chambones”.

En ese torneo de 1945 dio su primera vuelta olímpica que se repitió en 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957. Carrizo en el torneo de 1952 fue el primer arquero en usar guantes. Además, el legendario guardameta jugó 521 encuentros en el conjunto de Núñez y atajó 18 penales. Cuando se cumplieron 20 años defendiendo el arco riverplatense, el 18 de junio de 1965, los dirigentes le entregaron una medalla, un diploma de honor y 500 mil pesos. 

Dos años después, el arquero oriundo de Rufino estableció el récord de 770 minutos sin recibir goles. En 1964 defendió la valla de la Selección Argentina en la Copa de las Naciones en donde le atajó un penal a Gersson (de Brasil). El seleccionado albiceleste ganó ese certamen. Estos datos reflejan la vigencia de Carrizo, a pesar de que luego del tricampeonato, River no volvió a salir campeón hasta 1975. 

Igualmente, el Millonario peleó varios torneos pero no pudo dar la ansiada vuelta olímpica. En un encuentro ante Vélez, que terminó empatado 1 a 1, el experimentado portero cerró su campaña en River y con el pase en su poder se incorporó a Alianza Lima de Perú. Luego de su paso por el elenco peruano, se convirtió en el nuevo guardameta de Millonarios de Colombia. 

Este fue su último equipo porque luego de dos temporadas le puso punto final a su extensa carrera. El gran Amadeo como producto de su grandiosa jerarquía funcionó eficazmente en tres conjuntos distintos y en una selección en una época en donde no era habitual. 

Por Diego Bentivegna
Twitter: @bentidiego 

No hay comentarios:

Publicar un comentario